La exposición explora un futuro donde los "tecnofósiles" se convierten en los vestigios de nuestra civilización, testigos de un presente consumista transformado en ruinas arqueológicas. A través de las obras y de residuos industriales y electrónicos, se crea un paisaje especulativo donde el presente se investiga en forma de vestigios. En un montaje que emula excavaciones arqueológicas, esta muestra reflexiona sobre el legado material del Antropoceno, convirtiendo objetos propios de nuestra era en reliquias y enfrentándonos con nuestra huella indeleble en la historia del planeta.